martes, 17 de marzo de 2009

3 años así.....

14-Jun-06


“-----“:



Aquí me tienes, escribiéndote, extrañándote día a día. Ya ha pasado un año y un mes desde que terminamos y te amo como el día que te conocí, creo que sí estoy mal, enferma tal vez… ¿Será que estoy obsesionada? No, yo sé lo que siento y porque, y a pesar de que mi corazón te extraña, mi alma se sienta vacía y cada parte de mi ser te necesite, he decidido no llamarte, no buscarte, no saber de ti más…. No sé cuánto tiempo aguante, tal vez me busques, pero definitivamente será mejor así, al menos por un ratito.

Ha pasado de todo y cada día duele más la herida, a cada instante algo me recuerda a ti (tal vez busco tu mirada, tu voz y tu presencia a cada instante) y de repente veo nuestra historia como un film…. Sé que siempre estarás en mí y puedo asegurar que también una parte de mí estará contigo toda la vida… aunque no lo aceptes y lo quieras olvidar, sé que así será.

Daría todo por un abrazo tuyo, por ver nuevamente tus ojos y volver a vibrar con una mirada… No sé que vaya a pasar, pero día a día te llevo en silencio…. Y así será hasta el día en que me muera.

Pero si algún día, dentro de 70 años veo que no sé nada de ti, no me has ni te he llamado, rezaré por que estés bien, pediré al cielo por ti deseando que estés bien y que seas feliz, no tendría yo mejor regalo de Dios que verte feliz, realizado y con una vida hecha… ¿Qué tal si cuando te vuelva a ver ya tienes (tenemos) hijos? Sería hermoso ver un bebe tuyo…..como los hijos que no tuvimos y que deseaba con el alma tener, nada me hubiera hecho más feliz que haber tenido un hijo con el amor de mi vida, pero la vida se dio así. A estas alturas lo único que quiero es que seas muy feliz, donde sea, como sea y con quien sea….

La huella de tu amor estará en mi alma como un tatuaje imborrable, recuerda que siempre habrá alguien que piensa en ti.

Atte.
“------- -------“

Quiero compartir una pequeña carta hecha hace ya casi 3 años. Como esta, existen miles de cartas realizadas en su honor y que nunca fueron entregadas a su destino. Las causas fueron diversas pero destacan el miedo, mi profunda timidez, no era el momento adecuado o simplemente no se presentó la oportunidad de entregarlas.
Me sentí extraña al momento de leerlas de nueva cuenta. Puedo ver en ellas cierto grado de dependencia que era patológico pero común en mí en ese entonces, puedo ver mi falta de madurez, puedo ver lo visceral de mis actos, puedo ver mi incapacidad de aceptar las cosas, puedo leer mi fragilidad…. Pero también vi reflejado el sentimiento más lindo del mundo…. lo que me dio cierta paz. Igual me recuerdan y reflejan la inocencia y pureza de mis actos y de mi amor por él. Pude haberme equivocado en muchas cosas y lo acepto, pero finalmente todo acto realizado fue producto del amor…. Aunque parezca lo contrario.
Les comparto parte de mi inocencia e ingenuidad, parte de mi amor y parte de aquellos lindos recuerdos que jamás salieron a la luz.