lunes, 11 de mayo de 2009

Perfecto Círculo Vicioso.

Es cierto, hace un mes, o más, o menos, o ya no sé ni hace cuanto que no actualizaba esto. No había tenido el tiempo suficiente para sentarme a escribir……. O probablemente no había querido darme ese tiempo.

Estos días, envueltos de epidemias, mi ya permanente distimia, malestares físicos y una especie de aislamiento emocional me han servido para pensar con un poco más de calma muchas cosas…. en especial sobre la última vez que hablé con aquel tipo que ha servido de inspiración para muchos textos aquí publicados.

No había tenido el suficiente ánimo para querer “recordar” lo que pasó en esos días. Las comillas son porque sé perfectamente que pasó, que está pasando y qué pasará en los próximos meses…. Y no, no soy Nostradamus haciendo alguna profecía, pero los círculos viciosos tienen una ventaja: al final uno ya sabe qué ocurrirá y cómo ocurrirá.

Y resulta que esta última vez no falló la “profecía”. Desde antes que él me buscara yo sabía con certeza que lo haría, sabía qué me diría y sabía en qué acabaría la situación….nuevamente.

En términos generales me agregó al servicio de mensajería instantánea y lo acepté (aquí cabe resaltar mi grado de culpa pues me quejo de la situación y sin embargo lo acepto al MSN, ¡directo a la guillotina por masoquismo y estupidez mía!) Hablamos y me dijo que él era fiel lector de éste blog (nada nuevo para mí pues yo sabía con anterioridad que entraba diario) y que él también había estado pensando mucho en mí. Quise hacerme la dura, quise hacerme la madura, quise demostrar fortaleza y valentía y terminé por demostrar lo contrario; él se dio cuenta y me lo hizo notar. Nos contamos las cosas relevantes de nuestras vidas tratando por mi parte no tocar el tema de las relaciones amorosas; sin embargo él se empeñaba en sacar el tema una y otra vez. Me mantuve al margen lo más que pude, francamente no quería que me contara sus aventuras amorosas ni tampoco quería contarle ni darle explicaciones de lo que he hecho hasta ahora y con quien.

Pasaron 2 días donde hablamos como “amigos” pero francamente he de admitir que sólo somos 2 extraños que se conocen demasiado bien. Bastaron 2 días para que el círculo cerrara (de nuevo) en forma perfecta; al darle mi opinión sobre algunos aspectos de su vida se molestó tanto al punto de negarme la admisión en el ya famoso chat. En conclusión terminamos peleando.

Y sé que eso se repetirá, por eso alguna vez tomé la frase de Sir Fito Páez: “Dejavú de lo que va a venir” pues justo eso es lo que pasa, sé con exactitud lo que vendrá.

Aunque parezca enfermo, a veces tengo la sensación de que es una forma de comunicación entre él y yo, es como una extraña forma de cruzar palabras para al final ambos poder decir: al menos hablé con él (ella) y sé que está bien. O por lo menos es mi forma de ver ese interminable círculo.