miércoles, 26 de agosto de 2009

Cartita

A "xxxx" :

Niña, niña, algún día crecerás.
Espera en mis olivos, tierna y dulce niña, que yo me equivoqué y estoy pagando. Por pensar que el amor era una lámpara de aceite interminable, justo como dictaminaría Sabines en su verso más conocido.
Yo no te tengo reproches, ni por aquellas incesantes respuestas que brotaban y brotaban tras tus ojos, esos ojos divinos que algún día volveré a ver, estoy seguro.
El humo del cigarrillo crispa cada pensamiento en mí, tal cual lo hizo tu amor.
Son inevitables los destellos notalgicos que acarrea esta situación, desde aquellos malparidos versos que escribía pensando en tu luna mágica, sin conocerte aún.


Pasando claro por mil situaciones incómodas y divinas a la vez, pensamos que eran incómodas para cualquier persona mortal, pero para nosotros era tan divino, por el simple hecho de estar juntos, de vivir al pie.
También recuerdo como si fuera anteayer cuando te miraba de afuera, como esas cosas que nunca se alcanzan. Mujer que no tendré –cantaba con "xxxx" .


Te alcancé y fue en virtud lo más precioso. Corté cada conexión a la realidad, para entregarme al cien. Entablillé cada destello de luz, tal vez forzamos demasiado los lazos.
Despistado me siento, al mirar tu diafana luz que se aleja y se aleja, cada vez más, por primera vez te siento perdida.


Como todo en la vida, las conexiones con la realidad volvían, no sabía qué hacer, el sexo ya no nos rescataba del tedio, las horas eran mustias compañeras de nuestro fin.Y pasó, pasó, pasó la vida. No lo mereces, claro que yo tampoco. Creí mirar a una mujer, una mujer prohibida. La miré tantas veces que empecé a enamorarme, pero, al darme cuenta de lo que perdía con esa situación, automáticamente se borró de esta perpleja memoria.

Ya pasó, mi vida, ahora tienes que salir, pelear, correr, saltar, sobre todo sentir, amor, porque nosotros estamos solos acá y lo único que salva es el amor. El amor, el sentimiento más puro que encontré contigo, el que se pierde siempre, siempre. Dudo que exista amor eterno.
Desde las sombras del autoexilio te nombro, te vivo cada vez más intensa, recordando la vuelta, la vuelta que le dimos al destino que nos deparaba una vida desgraciada, por cinco meses se nos volteó ese destino, y creéme, fue lo más divino.


Tienes que luchar, tienes que luchar para que no se apague tu luz infinitamente, lo tienes que hacer y estoy entermante seguro de que lo lograrás.
Vida mía, si te tuviera en mis brazos, no habría motivo para irnos, no habría motivo para no morir juntos, como nuestros planes dictaban, morir juntos.


Tantas cosas que hoy veo irse, que no sé qué hacer, hice lo posible para intentar rescatarlo y te fuiste, y me fui.
Nos fuimos hacia un incierto destino, mi vida, no sé si exista un retorno, caimos en algo que sabría entonces definir, es tan oscuro que sólo tu amor podría iluminar.
Vida mía, si te tuviera en mis brazos…

"xxxxx xxxxxxxx"


Tal vez sea un poco extenso el texto, sí, pero admitiré que quería recordar aquellos escritos hermosos que él solía dedicarme, este fue uno de muchos.
Los leía una y otra ves casi hasta memorizarlos. Lloraba al leer. Jamás me sentí tan amada. Jamás fui tan felíz. Admiraba su capacidad literaria, su nobleza, su ternura, su forma de amarme....
Hoy, después de 5 años, siento nostalgia, diría Sabina: "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió".

Y así fue, hoy me cuestiono por qué pasó todo lo que nos pasó, y aunque no tengo respuesta satisfactoria, se que todo pasa por algo... por duro que suene.
En noches como hoy, me pregunto dónde estará, si estará bien, a que dedicará su tiempo.... a quién.

Recuerdo que este escrito que les comparto me lo envió via correo electrónico, cuando él se había enamorado de una tipa a la que ya amaba solo con verla un par de veces y sin cruzar palabra alguna.... qué idiotez!!!!!! Aun así, siempre luché, luché hasta el final por rescatar lo nuestro, por salvar lo mucho o poco que teníamos y que era hermoso, di mi vida por que las cosas mejoraran, di hasta el último respiro para que nuestro amor no se fuera de la noche a la mañana, di hasta la última de mis lágrimas rogando, implorando y suplicando por que el amor no se muriera. Di todo.... ahora cuestiono si fue lo mejor o lo peor que pude haber hecho.

De eso se trata la vida, de experimentar, llorar, sufrir, caerse para después levantarse y andar... pero con más fuerza, experiencia y sabiduría.... justo como estoy ahora.