lunes, 3 de agosto de 2009

Cien veces no debo.

Sé que la contradicción siempre está presente en mis palabras y en mis actos, y en esta ocasión no es la excepción.

Hace un mes aproximadamente recibí un mail tuyo donde dejabas de manifiesto tu gran interés por cerrar “nuestro círculo”, hablabas de la energía que sentiste la última vez que nos vimos y cerraste dicho mail con un “Te amo”. No te respondí.

No lo hice por varios motivos: por respeto a mí, por respeto a él, por respeto a ti, por no querer más ciberconversaciones bizarras, por no hacer la situación más grande, por querer tener un poco de paz después de tantos años…. Me costó no responder. Leí dicho mail en varias ocasiones como preguntándome si estaba soñando o realmente lo había recibido. Al día siguiente confirmé de nueva cuenta que no era una alucinación creada por mi mente retorcida.


Te pienso, te siento, te extraño, te anhelo, te vuelvo a pensar…………

En ocasiones, te necesito a mi lado.


Volviendo a las contradicciones, sé que he dicho muchas veces que no quiero volver a saber de ti, pero de una u otra forma te busco; tengo una persona maravillosa a mi lado y en el mueble junto a mi cama tengo una foto de ti y de mí en lugar de tener una foto con él; juré sacarte de mis pensamientos y despierto con una sonrisa en mis labios pues soñé contigo…. Me siento tan absurda en estos momentos.

No sé que más decir, ni qué hacer, ni qué pensar…. Así que me retiro a hacer una plana completa en mi cuaderno escolar que diga: NO DEBO PENSAR MÁS EN ÉL.