domingo, 6 de septiembre de 2009

Cansada y con Miedo.

Tanto que decir y termino por no decir nada. A veces, o más bien siempre tuve dificultades severas para enfrentar y decir lo que me pasa, lo que me preocupa, lo que siento, lo que me hace feliz o pone triste. Al final, la vida y las circunstancias vividas me han hecho así, la persona que hoy soy.

Lloro, me lamento, me enojo, me pongo triste y sigo llorando mientras me pregunto si lo que pasa es normal, si es parte del ciclo, si es una suma de partes ilógicas que llevan a ganancias positivas. Por ahí dicen que: sumar tiempo no es sumar amor… cosa que es más que cierta. He callado en este tiempo muchas cosas; cosas de mi vida, de mi pasado, de mi historia, de mi presente, de mi futuro. El silencio mata, quiero no callar, pero decir la primera palabra me cuesta mucho, siempre me costó. Pero sé que diciéndola tendré un gran paso para poder comenzar a hablar de todo lo que por años he llevado dentro.

Lloro, lloro de tristeza, de impotencia, de coraje… de coraje por ser la persona que soy, soy la persona que toda la vida evité ser (qué ironía de la vida!)
Tengo miedo, miedo de volver a perder, de volver a caer, de volver a fracasar…
Mi autoestima se esfumó, mi confianza voló lejos de aquí, mis ganas se enterraron 6 metros bajo tierra. Siento que hoy ya no queda nada de mi más que las cenizas de las esperanzas de todo lo que soñé alguna vez. Tengo miedo.


Por más que intento hacer las cosas de la mejor manera, todo me sale al contrario; peor aún, nadie valora mi esfuerzo, nadie valora el enorme sacrificio que hago para levantarme día a día dando lo mejor de mí, siempre ven el lado negativo de todo, siempre critican, siempre juzgan, nunca están conformes… tal vez lo que hago no sean cosas grandes, ni maravillosas, ni perfectas, pero todo lo que hago va cargado con la mejor intención, con la mejor voluntad, con mucha dedicación, con ganas, con entusiasmo, con esperanza, con amor… nadie lo ve.

Me cansé, me cansé… tengo miedo.